En la noche más fría de 1994 la luna sangraba tanto que parecía un tomate repleto de agujeros. Yo la miraba absorto, imaginando ingenuo que se trataba de una invasión extraterrestre camuflada entre las estrellas. Con unos prismáticos a cuestas, huí del ruido opaco del aceite en las sartenes y me escondí tras un abrigo deslustrado en el balcón, deseando confirmar mis sospechas. Pero por más que lo intenté, sólo conseguí una pulmonía. De los días siguientes, sólo recuerdo el sabor a entrañas, el sudor y el termómetro; y uno de los cuentos que me contaba mi madre, tan agrio como la palabra agrio; llana terminada en vocal.
Ella era fea, fea de verdad. Fea de corazón; una de esas chinches que chirrían en las habitaciones sin desinfectar. Sin embargo, no había nadie que se resistiera a sus encantos. Así como las pesadillas que se repiten por costumbre; los muchachos insistían de madrugada, uno a uno o bien en grupo, pareciendo más bien espermatozoides que fracasan en su intento por llegar al óvulo (quien era apuesto no era atractivo, y quien lo era; no tenía suficiente pelo)
Pasaron los años y los piojos de cráneo en cráneo, disimulando para no ser vistos. Ella se casó, cumplió la tercera función de los seres vivos (nacer, relacionarse, reproducirse y morir) y fue feliz entre copa y copa y sesión de manicura. Cuando aparecieron las arrugas, los médicos hicieron un apaño; y aunque ya no eran jovencitos quienes la perseguían en las botellas descorchadas, podría decirse que le tenían cierto apego los espejos. Pero seguía siendo fea, una de esas feas que no se pueden arreglar con bisturí. Fea, fea; fea. Fea de corazón, tan fea como la palabra fea. Tan fea como dos vocales que encalladas en la misma sílaba, forman un hiato.
11 comentarios:
Podría decir que hace tiempo que esperaba un nuevo relato. Y me gustó mucho!
Cada vez que rompes tus silencios es para mejorarte. A veces me dan ganas de odiarte, pero tus textos son demasiado buenos como para dejar que cumpla ese propósito.
Maldito círculo vicioso...
Maravilloso que regreses. Menuda temporadita de sequía en la que nos has tenido a pan solo, ni agua "ni ná". Veo que te ha dado hoy por los bichitos...una alegria tu vuelta y tu texto un placer, como siempre. Un abrazo cósmico.
acabo de descubrirte y me ha encantado tu texto y tb el blog!!seguire pasando por aqui..
saludos
Da igual lo guapos que sean por fuera,si tienen el corazón feo que no se me acerquen.Y si no saben volar,pues idem.
Me encantó tu comentario :)
De qué manera has vuelto!
Me alegro :D
Gracias por la tilde ¡será mutuo!
saludos.
¿Una fea mujer, una fea persona?
No he tenido el castigo de conocer a alguien tan feo...
me encanta cómo escribes.
muy lindo ! =)
saludos
Es curioso, la verdadera belleza a veces pasa desapercibida, creo que fue Platón quien dijo eso de que lo bello es difícil. Sin embargo, la fealdad siempre será escandalosa.
Feo tu puta madre, hijo de Satanás...
Publicar un comentario