Lo sé mamá. Soy el resultado de un espermatozoide borracho y un óvulo indispuesto en la noche de nupcias. Lo sé mamá, me conozco. Soy un niño hiperactivo con humor cínico, falto de talento y necesitado de antidepresivos, que envidia a los estudiantes de medicina por tener el placer de examinar un cadáver. Soy un hereje con tendencias suicidas que morirá en la hoguera prediciendo una supernova de estrellas fugaces.

Lo sé mamá. Soy como la imitación barata del novio de la “barbie” o el dependiente amargado de un McDonalds que escupe en tu hamburguesa. Lo sé mamá, me conozco.