I
La mañana ha resucitado a las siete y veintitrés. Me fijo en ti y en como la vida se desliza entre las cortinas, centelleando en tus ojos y también en los míos. Duermes en tu desnudez corpórea la soledad escupida adjetivo. Recorro con el dedo índice cada una de tus extremidades hasta que el gesto se torna decaído en el vacío de tus ojeras purpúreas. No hay nada más. No existe nada más.
II
La mañana ha resucitado a las siete y veintitrés. Me fijo en ti y en como la vida se desliza entre las cortinas, centelleando en tus ojos y también en los míos. Duermes en tu desnudez corpórea la soledad escupida adjetivo. Recorro con el dedo índice cada una de tus extremidades hasta que el gesto se torna decaído en el vacío de tus ojeras purpúreas. No hay nada más. No existe nada más.
II
Tus pestañas se abren paso entre la redondez de la afonía del silencio. La luna se ha escapado entre los cristales. Me injertas tu dulzura autómata después de vomitar la resaca en el fregadero (Disfrazada con una camisa desgajada que deja al descubierto tu muslo pálido). Al acercarte el tiempo se paraliza en mis zapatos.
22 comentarios:
Sugerente título y maravillosa descripción de tu mañana.
Qué belleza y maestría, llevaba tiempo esperando a que por fin actualizaras (mientras no lo hagas por estudiar te perdono).
Un saludo :)
que.. que..
madre mi�a
fotolog.com/marina_morti/
He volado, lanzándome al vacío con los ojos cerrados, la caida no la veo, la puedo percibir en el aire, que me destroza por segundos, que cada vez se lleva algo más...
Me encantó tu texto, quiero mañanas así.
Preferiría no vomitar, aunque hace bastante que no lo hago, pero, no me gusta ese olor, es un tanto desagradable.
:***
una de mis recuerdos amorosos predilectos, incluye estampas como las de tu relato
y todo ocupa su lugar y es el correcto
un abrazo
(y gracias.......)
Son dos momentos que bien valen una vida... o una muerte. Un abrazo, luis.
Estas explorando cuadros nuevos... hay cierta complicidad... en este texto...
un saludo...
post data para mis adentro: mierda! necesito mas tiempo para leer este blog ¬¬
es un momento... un simple que vale la vida...
El tiempo se paraliza en mis zapatos, me quedo con esa frase. Y con todo el relato, me encantó!
Y lo insólito tuvo lugar, he aquí la prosa hecha poesía. Supongo que a estas altura estarás saturado de encomios que ya poco te afectan, pero tengo que sumarme a esa lista; tienes talento. Hace poco que descubrí esta joya cibernáutica, aunque no me había decidido a comentar. Devoré poseída todas las entradas en una tarde atrapada por esas palabras magnéticas.
Saludos
Buen despertar en su honor, es cierto que suelen las ojeras en las mujeres enormemente atractivas o es cosa del romanticismo.
Saludos.
cada día escribes mejor luisito... me has dejado en pelotas...
como suspiro que lentamente se disuelve, como la musa que nunca vuelve.
mis letras son mi alma desnuda.
que lindo es despertar asi.
y todo se queda parado, y todo avanza más deprisa de lo que nos gustarñia... 1 abrazo Luis!!
Si superas la extraña coincidencia de nuestra priemra firma en esta calle parisina daría com opara escribir mil novelas, o más bien tesis, sobre los estados mentales.
La culpa fue del sonambulismo
Hoy un colchón.
Ya son las siete y veintisiete.
He venido aquí porque necesitaba de tus palabras para sacudirme la tristeza. Ahora que he volado me siento algo mejor, aunque a veces creo que siempre seré un maldito arco iris bulímico.
Me he perdido en tus textos.
(*)
En mi último poema he escrito estos versos:
"porque envidio cada página,
cada escena,
cada nota donde unas manos acarician
hasta que la piel aprende a ser única"
He contestado a tu pregunta sobre el ser "vendaval en las verdades de tu voz". Te he añadido como favorito y te pido permiso para establecer un enlace con tu blog en el mío. Un saludo afectuoso.
El tiempo se paraliza en nuestros zapatos cuando te leemos... No nos dejes sin tus palabras. Compensan todas las zafiedades que tenemos que oír día tras día del resto del mundo (al menos casi todo el mundo)...
Decía Keats,(o Shakespeare, no recuerdo bien)que incluso en la caída de un ruiseñor se puede observar las maravillas de la Providencia).
Y cómo no, incluso en el acto de vomitar de la mujer amada/deseada se puede encontrar esa Providencia.
Saludo grande!
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